Amistad

La amistad. ¿Qué entendemos por amistad? La verdad, es un concepto realmente complejo de definir. Muchos otros antes han intentado explicarlo y sin embargo, podemos encontrar versiones totalmente diferentes de qué es un amigo.

Según la RAE, y de una manera simple, superficial y concisa, la amistad es un afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato. Esa es la definición de la palabra en sí, el significado del vocablo usado para designar un sentimiento.

Pero, ¿qué pasa cuando intentamos explicar más profundamente lo que es la amistad? Creo que podríamos juntarnos con cientos de explicaciones, en las que encontraríamos similitudes, pero no habría dos iguales. Cada persona vive la amistad de una manera y es más, esa misma persona vive la amistad de una forma diferente con cada uno de sus amigos.

Algunas personas alardean de tener decenas de amigos, cuando en realidad, amigos verdaderos, se pueden contar con los dedos de una mano. El resto de personas en nuestras vidas son compañeros de trabajo, de estudios, colegas o simplemente conocidos. En otro grupo un tanto complicado encontraríamos a esos grandes amigos que pasaron por nuestras vidas, que por h o por b, la relación dejó de ser la misma. Quizá ya no los consideremos amigos ya que se han perdido la mitad de nuestra vida, pero tampoco podemos degradarles de nivel ya que fueron personas realmente importantes en algún momento.

Y entonces, ¿qué es un amigo de verdad? Como ya he dicho, cada uno lo definiría de diferente manera, pero la gran mayoría coincidiría en que un amigo verdadero es aquel al que conoces desde pequeño con el que apenas tienes contacto pero que cuando vuelves a verle, es como si no hubiera pasado el tiempo; aquel al que ves todos los días y se conoce todas tus batallitas; aquel que te aconseja y es realista ante la situación aunque pueda herirte; aquel que arriesga un enfado por tu parte para sobreponer tu bienestar; aquel que te hace favores desinteresados aunque tú le hayas repetido mil veces que no es necesario; aquel que ha soportado tus malos días y conoce tu peor cara y sigue a tu lado; aquel que te apoya incluso en las decisiones más descabelladas y te instiga a luchar por tus sueños; aquel que te conoce hace cuatro meses y te trata como de su familia; aquel que comparte contigo lo bueno y lo malo; aquel que con mirarte a los ojos sabe lo que te pasa o lo que quieres decirle; aquel que siente lo mismo hacia ti…

¿Y dónde están este tipo de amigos? Muchas veces, tenemos a este tipo de amigo tan cerca que no nos damos cuenta de que lo son hasta que se produce una situación peculiar o diferente, en este caso, es un amistad forjada con el tiempo. Otras veces, son personas con las que conectas desde el primer día, por alguna razón, notas una química entre vosotros que funciona. Y en otros casos, encuentras verdaderos amigos dentro de la propia familia.

¿Cómo hacer que sea para siempre? Valorando, cuidando y alimentando la relación. Dejando que esa química que ha forjado los cimientos de la amistad continúe trabajando: simplemente siendo nosotros mismos.

Para finalizar y a modo de reflexión, cito al novelista y periodista francés Jean-Baptiste Alphonse Karr,“Les amis: une famille dont on a choisi les membres." Los amigos: una familia de la cual hemos escogido los miembros.

Quiero dedicar estas líneas a los verdaderos amigos que tuve, los que tengo y los que tendré. Gracias por pasar por mi vida.